La influencia de dos hermanos, Buenaventura y Abrahán Elzevir, introdujo el término 'textus receptus' como parte del prefacio a su edición del texto en 1633.
En el siglo XVI, Erasmo de Rotterdam consiguió seis manuscritos del Nuevo Testamento en griego, cinco de ellos de origen bizantino pero ninguno anterior al siglo XI, y preparó una edición unificada, la primera impresa del Nuevo Testamento en griego puesta en circulación, cosa que ocurrió en 1516 (la primera edición impresa en realidad fue la Biblia políglota complutense del Cardenal Cisneros, de 1514, pero entró en circulación únicamente en 1522). Ese texto fue denominado finalmente "texto recibido", muy utilizado por las iglesias protestantes, pero el avance en los estudios bíblicos y el hallazgo de manuscritos más antiguos sirvieron para demostrar con el tiempo que el textus receptus no era la mejor fuente para las traducciones más modernas de la Biblia, cosa que aún cuesta aceptar a algunos grupos cristianos minoritarios.
En 1882, con la edición del Nuevo Testamento Griego de B.F. Westcott y F.J.A. Hort, se abandonó el textus receptus como fuente principal. La Biblia Reina Valera, en cambio, se basó hasta su edición de 1960 en el textus receptus, pero eso cambió con su última edición de 1995.
En 1550 Stephens publicó un "textus receptus", el cual fue la base de la King James Version, la Biblia en inglés de 1611, utilizada incluso en nuestros días (se le denomina "Authorized Authorized" o AV).
Que el textus receptus no es la mejor opción disponible es un hecho. Por ejemplo, Erasmo debió traducir desde la Vulgata para llenar unas pocas lagunas (como los últimos seis versos del Apocalipsis). Ni aún el textus receptus coincide 100% con el texto bizantino, denominado "texto mayoritario", en que supone basarse.
El nombre "textus receptus" (texto recibido, llamado también "texto mayoritario" por sus seguidores) proviene de la introducción a la segunda edición de Elzevir de 1633 de la edición de Erasmo, donde dice "TEXTUM ergo habes nunc ab omnibus RECEPTUM... " ("El texto que tenemos ahora que es recibido por todos..."). Esta edición utilizó la primera edición de 1598 del Nuevo Testamento Griego de Teodoro de Beza, alumno aventajado de Calvino, quien usó un manuscrito del siglo V robado en 1562 por los hugonotes (calvinistas franceses) de un monasterio francés durante las llamadas "guerras de religión", el famoso Códice de Beza ("D").
En 1881 se publicó el Scrivener's Textus Receptus, una versión modificada del Nuevo Testamento Griego para que coincidiera con la lectura de los traductores de la King James Version. Desde luego, es una versión, con otra edición en 1894, de interés puramente académico.